Hábitos saludables para tu perro

 Por Gerardo Miranda

Como educador canino, me encuentro a menudo con familias que enfrentan desafíos por la conducta de sus perros, muchos de los cuales están relacionados con una inadecuada gestión del estrés. Recientemente tuve la oportunidad de visitar a una de mis clientas para evaluar una situación de conflicto que se presentaba con sus dos perritos; al ingresar, "Canela" me recibió con fuertes ladridos de advertencia para que no me acercara, encontrándose visiblemente nerviosa. Esto me llevó a tomar una serie de medidas que describo a continuación.

Pedí a la tutora que no le dijera nada a su pequeña, mientras yo comenzaba a entablar una comunicación no verbal con ella mostrándole que yo no le representaría ninguna amenaza a ella o a su familia. Este fue mi procedimiento para conseguirlo:

1. Evité mirarla fijamente

2. Me moví muy lento

3. Me giré para ofrecerle mi costado y después la espalda

4. Me agaché girando la cabeza en dirección opuesta a ella

5. Permanecí inmóvil y tranquilo guardando distancia

Me mantuve en esa posición por unos minutos hasta que la pequeña empezó a olfatear las bolsas en las que traía mis materiales de trabajo, que por cierto se encuentran impregnados con olor a otros perros y esto pudo ser uno de los factores de la reacción de inquietud. Finalmente cuando la perrita se sintió más confiada, me aceptó un poco de comida que le ofrecí y al paso de unos minutos logró mantenerse en un estado emocional más relajado que nos permitió comenzar con la sesión con otro nivel de interacción.

En esta publicación te compartiré algunas de las recomendaciones que ofrezco a mis clientes para que ayuden a sus perros a mejorar la gestión emocional frente a situaciones inesperadas y otras conductas que pueden ser motivo de conflictos en la convivencia en su vida cotidiana. No sin antes mencionar brevemente los problemas comunes de este tipo y la relación que tiene con el periodo de desarrollo más sensible del perro: la socialización.

Existen muchas causas que pueden predisponer a un perro a reaccionar con miedo en diversas situaciones, por ejemplo:

  • Visitas extrañas en su hogar
  • Ruidos intensos de fuentes desconocidas (o condicionadas en el caso de la pirotecnia)
  • Quedarse solos
  • Encontrarse con otros perros durante el paseo 
  • Revisión veterinaria o baños en establecimientos
  • Entre otras
A cada caso le corresponden sus antecedentes particulares y por ello habría que desconfiar de personas que ofrecen sus servicios de "entrenamiento" y que le aseguran al cliente que en el tiempo que ellos determinan, el problema quedará resuelto sin siquiera haber tenido oportunidad de visitar al perro y observar el ambiente o contexto al rededor de la situación.

El estrés

Para comenzar me gustaría dedicar unas líneas al concepto del estrés ya que, desde hace unos años, la palabra se ha popularizado perdiendo su relevancia con respecto al tema de la conducta adaptativa tanto en personas como en animales. Se considera al estrés como una señal que se genera en el sistema nervioso y que alerta de un cambio tanto interno como externo al que corresponde una respuesta para recuperar el equilibrio también llamado homeostasis [1]. O´Heare considera al estrés como la base de toda conducta y esta se relaciona estrechamente con la percepción*. Menciona que la reacción al estrés es la causa de la mayor parte de los problemas de comportamiento como la agresividad, ansiedad e hiperactividad [2].

Por esto es importante conocer el carácter de nuestro perro, su nivel de sensibilidad y reacción frente a cierto tipo de situaciones problemáticas para guiarlo de manera segura en el día a día.

El periodo de socialización del cachorro y su relación con la mala gestión del estrés

Conviene citar A Hernández Garzón [3] en lo referente a las etapas del desarrollo del perro y sobre todo la que corresponde a uno de los momentos más críticos que es el de la socialización. El autor describe 5 periodos previos al del perro maduro y son los siguientes:

  1. Prenatal
  2. Neonatal
  3. De transición
  4. De socialización
  5. Juvenil
A cada momento le corresponderán hitos importantes para adquirir los patrones de conducta que le permitan una adaptación equilibrada a lo largo de su vida.

Periodo prenatal (gestación al nacimiento)

Es muy importante que durante el embarazo, la madre se mantenga en un ambiente tranquilo y libre de estresores, con buena alimentación, clima con las condiciones más cómodas posibles ya que si ella sufre algún tipo de malestar físico o emocional, su organismo liberará sustancias nocivas a sus crías como el cortisol que influirán negativamente en su desarrollo intrauterino.

Periodo neonatal (0 a 14 días)

Al igual que en los humanos, los perros nacen con un desarrollo sensorial y motor inmaduro; es por esto que dependen totalmente de los cuidados maternos para poder sobrevivir y tal como pasa con nosotros, ellos pasan la mayor parte del tiempo durmiendo y comiendo.

Se ha observado que en los cachorros que no tuvieron experiencias de manipulación tempranas (masajes y movimientos delicados) debido a que fueron separados por sus madres de manera accidental (muerte) o por rechazo sufrirán problemas graves entre los que se encuentra la gestión del estrés. De igual esto ocurrirá cuando se hayan cometido errores humanos en un excesivo e inapropiado contacto.

Periodo transicional (2a a 3a semana)

Para este momento el comportamiento del cachorro muestra ya algunos patrones similares a lo que se podría observar en perros adultos. Se aprecian ya las primeras conductas exploratorias y patrones de juego con los hermanos.

Periodo de socialización (3a a 12a semana)

Se trata de uno de los momentos más críticos que predispondrán al cachorro en su comportamiento social a corto, mediano y largo plazo; la calidad de la interacción con el medio tendrá consecuencias notorias en el desarrollo del temperamento del perro.

Por un lado, la relación que tendrá con los de su propia especie se definirá en gran medida de las experiencias que ocurran en este tiempo del desarrollo. También, lo mismo ocurrirá con otros animales como los gatos, aves y los de granja por ejemplo. 

El juego sigue siendo recurso muy importante ya que las conductas de caza o sexuales se entrenan en este periodo. De igual manera, la inhibición de la mordida es moderada por la madre o los chillidos de los hermanos.

En el transcurso de esta etapa, muchos perros desarrollan habituación a sonidos extraños y no reaccionan de manera exagerada ante ellos; cuando las condiciones no fueron las ideales para este proceso, los perros sufren de temores excesivos en la exposición a sonidos, lugares y otros factores ambientales para los que no se prepararon en edades tempranas.

La tolerancia y preferencia por el contacto con humanos se incrementa hasta la 5a semana pero sufre un retroceso mostrándose desconfianza, para luego superarse hacia la 8a semana. Se considera que el 3er mes es el final del periodo de socialización aunque este fenómeno se mantiene en un ritmo mucho menos marcado a lo largo de toda la vida del perro.

Periodo juvenil (12a semana hacia la madurez sexual)

Para esta edad, los perros muestran un incremento en la conducta de exploración. El crecimiento de la dentadura permanente  comienza en la 16a semana y se prolonga hasta el 5o o 6o mes. Esto provoca la destructividad tan característica de este periodo. El desarrollo motor ya muestra habilidades propias del perro adulto, sin embargo la atención es corta por lo que el aprendizaje de comportamiento complejos lleva tiempo y requiere paciencia por parte de los tutores. 

La agresividad que se presenta en esta etapa corresponde a la segunda fase de desconfianza y va disminuyendo hacia el 6o mes.

Al final de este periodo en las hembras se presenta el celo y la conducta sexual del macho es ya demasiado notoria e intensa.

Dejaré pendiente para otra publicación las características del comportamiento del perro adulto porque prefiero enfocarme en esta ocasión, sobre todo en las rutinas convenientes para perros en desarrollo ya que la mayoría de los problemas de consulta son producto de situaciones desafortunadas en las edades descritas con anterioridad.

Recomendaciones para establecer hábitos saludables en el perro:

1. Alimentación variada y balanceada

Consulta a tu veterinario de confianza sobre las dietas naturales (BARF) y sus beneficios a corto, mediano y largo plazo. Por fortuna cada vez más profesionales de la salud animal se documentan y actualizan sobre este tipo de dieta, debido a los perjuicios que provoca la alimentación con la comida procesada (croquetas); te sorprendería conocer la larga lista de enfermedades provocadas esta. 

Aunque los huesos recreativos no formen parte de los alimentos requeridos para su nutrición, son importantes ofrecerlos crudos (hueso de rodilla de res) para satisfacer su necesidad natural de masticación. Te comparto un enlace en la parte de abajo en donde la Dra. Lucy Matricardi de Ancestral Nutrición Veterinaria, explica sus beneficios y la forma en que se deben administrar **.

2. Ejercicio físico

La manera más sencilla de cubrir esta necesidad tan básica se logra brindando un paseo de calidad. Estoy consciente que nuestros ritmos y estilos de vida en la Ciudad de México no nos permiten muchas veces ofrecer el tipo de caminata que cubra las necesidades de nuestros perros, pero si priorizamos su bienestar lograremos organizar nuestro tiempo y acompañarlo a gastar la energía acumulada por la inactividad dentro de casa, al mismo tiempo de que se relaja gracias al tiempo dedicado al olfateo. 

Es muy importante que utilices las herramientas más seguras y cómodas como lo son el arnés así como una correa larga de mínimo 3 metros. De esta manera tu pequeño podrá desplazarse con libertad y seguridad, a diferencia del uso de collares y correas que les restringen los movimientos normales en ellos.

3. Estimulación mental

Para lograr un nivel de relajación saludable, se requiere ofrecer a tu perro tareas que requieran de su iniciativa, habilidad y creatividad. Existen juguetes interactivos o rompecabezas en las tiendas más conocidas de nuestra ciudad, pero también muchos tutorales para crearlos con materiales reciclados sin necesidad de gastar mucho.

4. Socialización

No me refiero a presentar a tu mejor amigo con cada perro que se cruza por su ruta, sino brindarle las opciones para que él mismo decida si quiere interactuar o no y para ello debes estar atento a su lenguaje corporal. En Youtube encontrarás muchos videos con explicaciones sobre esto y así logres apoyarlo en los momentos en los que te necesite o tal vez guardar algo de distancia mientras se saluda con otro de su especie.

5. Visita veterinaria

Mantener al día su carnet, desparasita cuando corresponda y realiza estudios de laboratorio al menos una vez al año para prevenir cualquier situación que requiera de algún tratamiento farmacológico temporal o permanente.

Si llegaste hasta esta parte, estoy convencido de que amas y te interesas por el bienestar de tu perro. Con gusto de ofrezco mayor información o asesoría sobre cualquiera de este contenido. 

Agradezco tu tiempo e interés y pongo a tu disposición mis servicios. Visita mi página y agenda tu cita:

https://www.gerardoeducadorcanino.com.mx/


[1] Sapolsky, R. (2013) ¿Por qué las cebras no tienen úlceras?. España: Alianza editorial

* Proceso del sistema nervioso que interpreta la información que proviene de los sentidos. 

[2] O´Hare, J. (2020) Neuropsicología canina Introducción al sistema nervioso, el estrés, la emoción y la reducción del estrés. Esteña: KNS Ediciones

[3] Hernández, P. (2012) Manual de etología canina. España: Servet editorial

** Fundamentos científicos de los beneficios de la dieta BARF. Disponible en: https://fb.watch/nqClIB5kD-/?mibextid=UVffzb





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